Una noche de emociones desbordadas se vivió este viernes bajo la cúpula del Poliedro de Caracas con el regreso de Melendi a Venezuela como parte de su gira Likes y cicatrices.
Las horas de espera se vieron recompensadas cuando a las 9:30 de la noche las pantallas cobraron vida y salieron los músicos a escena. Para sorpresa de los cientos de fanáticos que se dieron cita en este emblemático escenario caraqueño, fue el propio Melendi quien abrió el concierto con su tema promocional «Likes y cicatrices» y un «¡Buenas noches, Venezuela!».
Aunque se esperaba que el cantautor venezolano Víctor Muñoz iniciara show como invitado especial, esto no sucedió.
Melendi tuvo la primera interacción con el público luego de ausentarse unos segundos del escenario -que fueron llenados con la aclamación de su nombre-, al concluir su segundo tema de la noche «Tú de Elvis, yo de Marilyn».
«La luz, por favor, muy importante. Mucha luz, quiero verles la cara«, pidió el cantautor español Ramón Melendi al equipo técnico.
Tras casi 10 años de ausencia, Melendi deleitó a un variopinto público caraqueño con dos horas y 10 minutos de concierto, en el que se paseó por 23 de sus temas más famosos, mientras una entusiasta fanaticada coreaba sus canciones, en una noche llena de historias, risas y lágrimas de alegrías.
«Hacía mucho tiempo que no veníamos al primer país de América Latina que me abrió sus puertas y su corazón. Teníamos muchas ganas de venir», manifestó el artista.
Cantando su historia
El cantautor español, quien se definió como «parlanchín», continuó hablando de sus inicios e interpretó a capela un verso del tema «Amor propio», de su colega y paisano Ismael Serrano, artista que, afirmó, le enseñó el camino hacia la música.
Así retomó el concierto, cantando su historia con «De pequeño fue el coco», siguió con «Un violinista en tu tejado» y «Caminando por la vida», hasta ponerse un poco romántico con el tema «Con solo una sonrisa».
El artista, que priorizó la cercanía con el público, pasó parte de la noche reclamando una buena iluminación para ver el rostro de quienes asistieron al evento.
Dos encuestas a mano alzada llevó a cabo, siendo una de ellas una medición de relaciones formales (de entre 2 – 3 años) en el público. «No llegamos a casa de vez en cuando, después de tener cuatro, cinco o seis parejas, nos miramos al espejo y nos preguntamos ‘no tendrás todo que ver con todo esto’ y puede ser… Puede ser que la clave de todo, en vez de cambiar de pareja, sea cambiar de mirada», dijo antes de interpretar «Mírame».
El discípulo
En medio de los vitores y aplausos de los fanáticos, Melendi se proclamó «discípulo de la ilustrísima ‘Religión de los idiotas», tema que cantó a continuación, seguido de «Como vela» y «Autofotos», que dedicó a las damas presentes.
A las 10:35 de la noche, a mitad de la jornada, el español interpretó uno de sus sencillos más esperado y aclamado por la audiencia: «Tu jardín con enanitos».
Siguió «Cenizas a la eternidad» y un homenaje a las mujeres con un videoclip que concluyó con la frase de la pintora mexicana Frida Kahlo «Pies, ¿para qué los quiero si tengo alas para volar?», antes de entonar «Déjala que baile».
Otros de sus sencillos más famosos fueron los siguientes en interpretar: «Tocado y hundido», «Destino y causalidad» y «La promesa», que contaron con el acompañamiento de los fanáticos, quienes coreaban los temas mientras sostenían las linternas de su teléfonos celulares en alto.
Despedidas
Melendi continuó con «La luna llena», «Desde que estamos juntos», «Tan tonto como tú» y «Canción de amor caducada», tema con el que a las 11:19 pm hizo una primera despedida.
«De aquí hasta el último día de sus vidas hagan todo lo posible por ser completamente felices», les pidió de favor a un público cada vez más emocionado, que no dejaba de aclamar su nombre y rogar que cantará otra canción.
Tras unos minutos, volvió al escenario cantando «Cheque al portamor» y «Un alumno más», sencillo que afirmó tiene un mensaje que «merece la pena».
«Nuestra única misión es limpiar nuestra pequeña parcelita de tierra y dejar la de los demás en paz. No sabes lo bonito que es eso», le dijo a los fanáticos.
Alrededor de las 11:40 pm Melendi cerró una noche de ilusión y alegría con «Lágrimas desordenadas», invitando a los asistentes a que hagan que «no todas las despedidas sean amargas».
Fuente: elnacional.com