El Centro Nacional de Acción Social por la Música recibió la visita de Carlos Cruz-Diez Delgado, hijo del maestro y custodio de su legado, quien se emocionó hasta las lágrimas con las presentaciones de la Simón Bolívar Big Band Jazz, la Joven Coral Ángel Sauce y la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela.
Artista cinético, maestro del color y amigo de El Sistema por muchos años: hoy celebramos el centenario del maestro Carlos Cruz-Diez quien trabajó de cerca con nuestro fundador, Maestro José Antonio Abreu, para llevar adelante las piezas que terminan por dar carácter al Centro Nacional de Acción Social por la Música.
Para conmemorar el centenario del maestro Cruz-Diez, su hijo Carlos Cruz-Diez Delgado -quien se mostró visiblemente emocionado por su regreso- visitó el CNASPM y relató cómo fue trabajar junto a su padre durante más de 50 años, su colaboración con El Sistema y el compromiso del maestro con el arte joven.
“Esto se debe al doctor Abreu. José Antonio era muy amigo, una persona extraordinaria con una visión universal. Al momento de hacer este edificio le pidió a papá y a Jesús Soto hacer una intervención. Eso fueron discusiones en el taller, estuvieron viendo las propuestas, los bocetos”, contó Cruz-Diez Delgado sobre las piezas del maestro que están en el CNASPM.
Durante el recorrido, Cruz-Diez Delgado disfrutó del talento de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela que, dirigida por el maestro Andrés David Ascanio Abreu, interpretó Guasamacabra del maestro Paul Desenne. Por su parte, la Joven Coral Ángel Sauce entonó La canción de la molinera de Antonio Estévez y Flor de loto de Rafael Suárez. La Simón Bolívar Big Band Jazz ejecutó Braggin’ in Brass de Duke Ellington y The first circle.
“Mi país está bien representado mundialmente. Gracias a ustedes, gracias por su trabajo, por su dedicación a la perfección. Yo creo que ustedes son perfeccionistas y para dedicarse al arte debe ser así. Gracias por representarnos tan bien. Gracias por esta emoción que me han dado, realmente para mí es un gran placer”, afirmó emocionado al terminar la muestra.
“Mi padre siempre apoyó a los jóvenes, en las artes, la música, la danza, la pintura… hay que amar lo que se hace, hay que tener vocación. Hay que haber nacido con esa semillita del arte, pero lo que es realmente importante es la perseverancia. Papá siempre decía que así salga mal o lo que sea hay que rectificar, no abandonar. Siempre insistía en que es importantísimo perseverar en lo que uno está haciendo”, concluyó.
Cruz-Diez y la música
Era guitarrista, compuso canciones para su buen amigo Alfredo Sadel y además enseñó al maestro Jesús Soto a tocar la guitarra. Ni en el taller y, por supuesto, tampoco en las reuniones familiares, faltaba la música. Estudió música con Blanca Estrella y también composición.
En su casa se reunían el Maestro Abreu, Jesús Sevillano, Frank Di Polo y muchos otros artistas venezolanos con los que siempre hubo un intercambio musical. “Papá era un melómano consumado”, recordó su hijo.
La música era parte fundamental, no solo de su vida, sino de su trabajo. En un software que diseñó en 1995, propone que el usuario interprete a una pieza de Cruz-Diez así como los músicos interpretan las partituras.
“Uno fabrica su propio su propia obra, la interpreta. El programa dice: como un músico interpreta una partitura usted, con estas tramas y colores, interpreta una de mis obras”, explicó Cruz-Diez Delgado.
Un legado familiar
En sus entrevistas, el maestro Carlos Cruz-Diez siempre destacó la importancia de la familia, no solo en el desarrollo de su vida personal, sino en el de su propia obra. “La casa y el taller eran lo mismo: eso nos lo enseñaron papá y mamá”, dijo su hijo. Él, su hermano Jorge (quien falleció en 2017) y su hermana Marion -junto con primos, sobrinos y nietos- vigilan el legado de su padre en todo el mundo, lo documentan y lo preservan.
“Desde jovencitos nos involucraron en la obra, estuvimos todo el tiempo al corriente de todo lo que se hizo”, explicó.
El río cromático
Además del Gran Virtual Amarillo del maestro Jesús Soto, un signo distintivo de esta sede de El Sistema es el piso de entrada. Un río cromático de amarillo, azul, verde y negro que da la sensación de moverse mientras se camina. El mosaico es indestructible, está coloreado en masa y fue realizado en Francia. “Esto no se va a desgastar nunca”, dijo Cruz-Diez Delgado.
La gran caja de creyones
Durante una visita al CNASPM en 2007, cuando la sede estaba aún en construcción, el propio maestro Carlos Cruz-Diez habló del reto que suponía haber diseñado las butacas para la Sala Simón Bolívar y las Anfiteátricas 1 y 2. “Es del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, es para niños y jóvenes, lo que quise hacer fue una caja de colores”, dijo el maestro en aquella oportunidad.
Hoy, en 2023, su hijo lo confirmó: “qué más que poner una caja de creyones en la extraordinaria Sala Simón Bolívar. Eso, además del efecto que da la trama de la obra en cada en cada butaca, que si uno más se aleja aparecen colores que no están ahí. Eso da un arcoíris gigantesco”.
Varios fabricantes enviaron muestras de telas que no tenían la textura ni la resistencia que el maestro requería, siempre en su carácter perfeccionista. Finalmente, fue una empresa mexicana que cumplió con las especificaciones exigidas.
Por supuesto que una importante caja de colores tenía que estar acompañada por un telón imponente. También diseñado por el maestro del color, fue fabricado en Nueva York. Tras muchas idas y vueltas, fotografías y videollamadas, Cruz-Diez aprobó la pieza y fue instalada en la Sala Simón Bolívar.
Celebrar el centenario del maestro Carlos Cruz-Diez y enaltecer su obra con música y amor es un honor para el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, cuyo órgano rector es la Fundación Musical Simón Bolívar, ente adscrito al Ministerio del Poder Popular para el Despacho de la Presidencia y Seguimiento de la Gestión de Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela.
Photo: Lisa Preud’homme © Atelier Cruz-Diez Paris
Fuente: elsistema.org.ve